Aida and the neighbours

Reactivación ecónomica y cultural durante COVID 19

En esta foto mi compañera Aida está con nuestros vecinos, suele leerles algunos cuentos por la tarde. Ella ha sido un vínculo clave para mantener vivas las actividades de UMPO durante estos días, todo el arte, la comunicación y cada foto de nuestros medios es creación suya. Ella me dijo:

“Durante el encierro, UMPO ha sido como una máquina del tiempo, que transforma las ideas negativas en soluciones positivas para enfrentar las adversidades. Todos estamos rodeados de noticias sobre pérdidas y lo difícil que puede ser la vida hoy en día. Pero aún percibe proyectos UMPO como semillas de amor y esperanza para nuestras comunidades. Desde que comenzó el bloqueo de COVID-19, continuamos implementando talleres productivos utilizando herramientas digitales.

Siempre estamos creando programas que brinden herramientas educativas para ser autónomos y generar nuestras propias oportunidades laborales. Intentamos potenciar las capacidades de todos para hacer realidad sus sueños. ¡Pero esta vez usar plataformas digitales fue un gran paso! porque uno de nuestros principales objetivos como organización es conectar nuestra comunidad y crear nuevos vínculos y, a veces, la tecnología no inspira este tipo de contacto auténtico y sensible. Lo que puedo compartir es que decidí participar en el taller de medicina tradicional herbal [no suelo participar como estudiante en los talleres], allí tomé la clase con 30 mujeres diferentes de diferentes latitudes, esto nunca antes había sucedido. ¡Asistí al primer taller multicultural de UMPO!

Por otro lado, es cierto que la pandemia también ha afectado a los niños, porque el modelo educativo de México suele ser precario y ahora, intentar traspasarlo de forma remota es un gran desafío. Por eso me asombran nuestros círculos de lectura y las actividades de nuestros niños para aprender sobre la artesanía tradicional. Siento que aún con la pandemia, seguimos sembrando la identidad zapoteca en el corazón de los más pequeños.

Finalmente quiero compartir que la mayoría de las personas en nuestras comunidades son personas mayores, muchas de ellas fueron abandonadas y su situación económica es deplorable. Estos días tuve la oportunidad de compartir tiempo con muchos abuelos zapotecas porque empezamos las “canastas solidarias”. Un programa en el que compramos productos de muchos agricultores de la zona para activar su economía, como maíz, café, queso, totopo (tortilla de maíz), etc. Juntamos todos estos productos locales en una canasta y se los entregamos a los ancianos de nuestras comunidades. No sabemos cuánto va a durar esto, pero lo que sabemos es que tenemos soluciones para activar nuestras comunidades, su economía, fortalecer sus vínculos y también cubrir sus necesidades básicas “.

Gracias por apoyarnos durante este desafío COVID-19, comenzamos un nuevo año y esperamos que seas parte de las próximas oportunidades para impulsar la economía de las comunidades zapotecas.

 

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